Una gorila de dos meses llamada Ndakasi fue rescatada por guardabosques del Parque Nacional Virunga en el desierto congoleño en 2007. La vida de su madre había sido truncada por cazadores furtivos y la habían descubierto sosteniendo el cuerpo de su madreSin embargo, la narrativa de Ndakasi es de bondad y amor a pesar de sus desafortunados orígenes.
Parque Nacional Virunga
Ndakasi pronto conoció a Andre Bauma, el guardiáп del orfanato de gorilas en el parque, después de que ella fuera rescatada de la naturaleza. Bauma nunca se apartó del lado del pequeño gorila durante su ⱱᴜɩпeгаЬɩe primera noche lejos de su madre.
Los trabajadores del parque informaron que “Andre abrazó fuertemente a la bebé Ndakasi contra su pecho desnudo para mantenerla abrigada y brindarle consuelo durante una tormenta torrencial que duró toda la noche”.
Sin embargo, Ndakasi no sólo sobrevivió a la noche gracias a Bauma y al resto del personal del orfanato. Con el tiempo tendría una infancia feliz y saludable.
Ndakasi fue vista con sus seres queridos en una dulce selfie que el parque publicó en 2019.
Cada día de la existencia de Ndakasi fue un regalo dadas las circunstancias que rodearon su rescate cuando eга una niña indefensa. Pero, lamentablemente, se interrumpió demasiado pronto.
Ndakasi murió esta semana a causa de una enfermedad a la edad de 14 años, según informaron los cuidadores del gorila. Sus momentos finales mostraron un legado de amor, a pesar del teггіЬɩe hecho de que se perdió a una edad tan temprana.
Según el parque, “Ndakasi tomó su último aliento en los amorosos brazos de su cuidador y amigo de toda la vida, Andre Bauma”.
Incluso si Ndakasi ya no está con nosotros, su recuerdo seguirá vivo. Y aquellos que le dieron una segunda oportunidad de ser feliz seguiráп trabajando para dar esperanza a gorilas huérfanos como ella.
Los guardianes del santuario del Parque Nacional Virunga no querían que fuera de otra manera.
Estamos unidos por un vínculo, remarcó Bauma. Los guardianes y los gorilas tienen “una relación muy, muy estrecha”.