En el refugio, entendemos que la vida puede lanzar bolas curvas inesperadas que lo cambian todo por completo. Se pierden empleos, las casas se desmoronan,…
En el refugio, entendemos que la vida puede lanzar bolas curvas inesperadas que lo cambian todo por completo. Se pierden empleos, las casas se desmoronan, las familias se desmoronan y las relaciones fracasan. Afortunadamente, somos testigos en primer lugar de los daños colaterales causados por estos acontecimientos.
Como refugio de admisión abierta abierta en nuestro país, abrimos nuestras puertas a todos los animales que se cruzan en nuestro camino. Las emergencias de mapy son el resultado directo de circunstancias que cambian la vida.
Sin embargo, sólo pedimos algunas cosas de nuestra comunidad. Le pedimos que primero intente alojar a sus mascotas y hacer del refugio un último recurso. Le recomendamos que se acerque a las rescates locales para obtener ayuda.
Proporcionar descripciones precisas de sus animales les ayuda a encontrar el hogar adecuado. Y sobre todo, pedimos esperanza porque entendemos lo difícil que puede ser superar a una mascota querida.
Conoce a Kape, un perro dulce y afectuoso de cuatro años que llegó a nuestro refugio hace dos meses como vagabundo. Tenía un microchip y, a través del microchip, encontramos a su propietario registrado.
Cuando contactamos con ella, ella reveló que recientemente se había divorciado y se había mudado fuera del estado, dejando a Kape con su exmarido. Ella nos proporcionó toda la información que necesitábamos.
Teníamos esperanzas de volver a Kape con su dueño hasta que nos dimos cuenta de que era su dueño quien lo había dejado como un vagabundo.
Kape se convirtió en daño colateral y cualquiera de sus dueños esperaba reclamarlo. Sorprendentemente, esto no ha cambiado nada en el espíritu de Kape. Él se muestra generalmente feliz, su rostro se ilumina con atención. Es cariñoso, bueno con otros perros y sorprendente con la gente.
Con un peso de 40 libras, es pequeño pero fuerte y musculoso. Kaпe haпdѕo y geпtle.
A pesar de pasar 64 días en el refugio, ha recibido muy poca atención por parte de alguien fuera del personal y los voluntarios.
Aunque se dio por vencido, Kape no ha renunciado al amor. Creemos que hay alguien ahí fuera para Kape: una casa con el corazón adecuado. Alguien que no tomará a este dulce perro por descontado y valorará el compromiso de por vida de tener una mascota.
Todos los que conocen a Kape y pasan tiempo con él reconocen sus anhelos de amor. No le apetecen golosinas ni juguetes; simplemente busca caricias y abrazos.
Kape espera pasar su tiempo en tu regazo, disfrutando de la cálida bebida, acompañado de amables palabras y sonrisas.
¿Te imaginas a Kape como parte de tu familia? ¿Estás dispuesto a abrir tu corazón y tu hogar a este adorable perro? Háganos saber si está interesado o si tiene alguna pregunta.
Su apoyo y su compasión marcan la diferencia en la vida de Kape. Juntos, podemos encontrarle el hogar lleno de amor que realmente se merece.