En Canadá, se desarrolló una situación desgarradora cuando sus dueños dejaron a un perro encadenado durante 10 años inimaginables. El pobre animal sufrió ɡгаⱱe abandono, abuso, hambre y exposición al frío. Los vecinos que presenciaron el ɩаmeпtаЬɩe estado del perro estaban comprensiblemente preocupados y no podían soportar que esto continuara por más tiempo. Finalmente, uno de ellos decidió actuar y pidió a la Animal Advocates Society of BC (AAS) que rescatara al perro en una noche helada, en medio de fuertes nevadas.
Cuando AAS llegó hasta la perra, fue desgarrador verla en tan ɩаmeпtаЬɩe estado. Estaba cubierta de tierra, su espeso pelaje enmarañado y descuidado, y yacía sobre sus propias heces en medio del barro helado. Esta pobre criatura había estado viviendo afuera sin comodidades como una manta cálida, juguetes o incluso un hueso para masticar. A menudo privado de comida y agua, este viejo perro había estado luchando contra los duros elementos del viento, la lluvia, la nieve y el aguanieve.
La pobre animal tuvo que pasar por algo más que abandono, ya que sus dueños abusaron de ella orinándola desde el porche. Según Wide Open Pets, los vecinos afirmaron que se comunicaron con la Sociedad de Columbia Británica para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (BC SPCA) varias veces durante los últimos diez años, pero nunca se tomó ninguna medida.
La asistencia finalmente llegó a ellos después de que una de las personas tomó la decisión de comunicarse con la AAS.
Tan pronto como recibieron el informe, la AAS se apresuró a acudir al lugar donde la pobre perra estaba siendo maltratada y tomaron fotografías de su deplorable estado. Pudieron salvarla de sus crueles dueños que habían estado abusando de ella. La AAS le dio un nuevo nombre, Judith, como antes sus abusadores la llamaban Judas. Judith estaba en pésimas condiciones, con un peso muy bajo, deshidratada y con lesiones en la cadera que le dificultaban moverse. Los voluntarios de la AAS acudieron en su ayuda afeitándole cuidadosamente el pelaje enmarañado.
Habiéndose liberado del pelaje enmarañado, finalmente pudo mover la cola una vez más. Estaba contenta bajo el cuidado de sus salvadores y apreciaba ser el centro de atención, algo que probablemente nunca antes había experimentado. La nueva familia de Judith estaba formada por Mike y Elisa, quienes la adoraban. A pesar de su lesión en la cadera, pudo moverse de forma independiente gracias a un carrito donado. La llevaban a aventuras a todos lados, incluidos viajes de campamento.
Durante sus viajes, se toparon con una pintoresca cabaña donde Judith se lo pasó en grande persiguiendo ardillas con la ayuda de sus confiables ruedas. El lago eга otro patio de recreo para ella; ni siquiera necesitaba el carro para chapotear felizmente en el agua. La historia de Judith se había convertido en una especie de atracción de multitudes dondequiera que iba, y ella se deleitaba con la atención. Sus cuidadores la colmaron de amor y, como resultado, disfrutó al máximo de sus últimos 18 meses. Después de su paso por esta tierra, lleno de risas, calidez y amor, Judith falleció en paz. Mire el video a continuación para conocer más momentos conmovedores de la vida de Judith.