Sery vive con su padre y su hijo Ivan Lebedev y Alexandra en un apartamento en Volgogrado, Rusia.
En mayo de 2017, Iváп se enteró de que un granjero de la provincia de Astracáп había encontrado una guarida de lobos. Normalmente los matarían, pero cuando Iváп se enteró de lo sucedido, pagó y salvó a uno de estos lobos. Lo trajo a casa y lo llamó Sery.
Actualmente, Sery tiene 2,5 años, mide 70 cm y pesa unos 45 kg. Cada día come 1,2 kg de carne, pero no ignora las verduras y las bayas…
Los lobos son muy diferentes a los perros domésticos. Los perros domésticos obedeceráп, pero los lobos deben usar órdenes. “No debes permitir que el lobo haga lo que quiera, de lo contrario sentirá que no eres lo suficientemente poderoso para liderar”, reveló Iváп, un masajista de 46 años.
El lobo Sery ve a Iváп como su amo. Foto de : Brightside.
El lobo Sery coopera muy bien con la hija de Iváп, pero sólo lo ve como el único líder: puede cargarla o darle medicinas.
Los lobos son animales feroces, pero según Iváп, su mascota es como cualquier otro perro. Suele tener miedo cada vez que cruza la calle, miedo de estar cerca de objetos que no conoce. También le tiene miedo a los extraños, por eso Iváп no quiere que nadie le tome fotografías.
Criar a Sery es muy difícil pero les brinda experiencias maravillosas a Ivan y su hijo. Foto: Instagram Iváп.
“Creo que la principal dificultad para mí es tener que llevar a Seryi a caminar todos los días, al menos dos veces. No importa lo cansado que esté, tengo que sacarlo”, compartió. Aunque no puede engañar a un lobo por segunda vez, Iváп puede convencer a Sery de que no pierda el tiempo cuando está demasiado cansado y necesita un poco de descanso.
Travieso, pero Sery es inteligente y responsable. Sabe cuidar a otros perros, sabe abrir puertas y encender y apagar luces. “Mi hija y yo hemos vivido con dos perros de caza durante muchos años, pero criar lobos plantea nuevos desafíos”, afirma Iváп.