Un perro leal vivía desde hacía muchos años con un vagabundo pobre. Siempre estaban juntos y compartían todo lo que tenían. El hombre le había dado amor y cuidado incondicionales al perro, y el perro se había convertido en una parte integral de la vida del hombre.
Ese invierno, la nieve eга espesa y el viento eга escalofriante. El hombre y su perro vivían en una pequeña tienda de campaña y no tenían suficiente comida para sobrevivir el invierno. Lo habían intentado todo para conseguir comida, pero no habían tenido éxito.
En un día frío, el hombre decidió mendigar comida para que tanto él como el perro tuvieran suficiente para comer. Su fiel perro lo acompañaba por las calles. Mientras el hombre mendigaba en la tormenta de nieve, el perro yacía a su lado, esperando que terminara de comer. La vista del hombre y el perro tan emocionados y exhaustos que tuvieron que mendigar comida en la tormenta de nieve conmovió a muchas personas e Ike sus corazones. Los que pasaban intentaron ayudar al hombre y al perro, pero aún así no pudieron proporcionarles suficiente comida para que ambos sobrevivieran el invierno.
Después de un tiempo, un grupo de personas de una organización benéfica vino y ayudó al hombre y al perro. Les proporcionaron comida y refugio a ambos. El hombre y el perro ahora tenían un lugar cálido para vivir y estaban bien cuidados. Sin embargo, esa vista había dejado una profunda impresión en las mentes de quienes la presenciaron. El leal perro le había dado amor y cuidado incondicionales a su pobre dueño sin hogar, y el hombre le había dado todo a su leal perro. Esta historia es un testimonio del amor inquebrantable y la lealtad de los animales hacia los humanos, así como de la esperanza y la humanidad en circunstancias difíciles.