Un pobre perro perdido, rescatado al fin después de ser abandonado, no podía dejar de saltar de alegría. La felicidad llenaba su corazón, haciendo que no pudiera contener su emoción.
La alegría eга tal que el perro no podía evitar saltar, como una forma de expresar su gratitud y felicidad por su salvación.
Esta imagen es un testimonio del poder de la compasión y el amor hacia otras criaturas, así como del poder de la alegría simple en la vida cotidiana.
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