Lo más duro de la pobreza es que presiona a las personas hacia el modo de supervivencia, lo que a menudo les hace perder la empatía hacia sus semejantes.
Vemos a un hombre visitando un mercado organizado por una comunidad extremadamente pobre preocupada por el sustento estándar.
Sin embargo, la desagradable visión de un cachorrito atado le hace caer en seco. El hombre descubre que el cachorro y sus compañeros de camada estáп a la venta como si fueran aves de corral. El cachorro está flácido y sufre un dolor constante debido a que su hocico y sus patas estáп fuertemente atados con cinta adhesiva, y nadie pestañea.
El hombre está perturbado por el sufrimiento del joven cachorro y se enfrenta al vendedor por abusar del niño. Sin embargo, la vendedora pierde los estribos y empieza a defenderse. Ella afirma que el cachorro estaba atacando a sus compañeros de camada, por lo que la sujetó y la aisló del resto.
Sin forma de conseguir que el despiadado vendedor lance al cachorro indefenso, el hombre decide comprar el cachorro atado para salvarla. Agarra con cautela al pequeño cachorro y desenrolla capas y capas de cinta adhesiva de las extremidades y el hocico del cachorro. Como eга de esperar, encuentra al frágil cachorro raspado y herido debido a la сгᴜeɩ situación.
Afortunadamente, el hombre tenía suministros de primeros auxilios en su bolso y rápidamente desinfectó las heridas del cachorro con una solución. Luego alimentó al cachorro y a sus compañeros de camada con algo de comida. Luego se llevó a su pequeña granja al joven cachorro que acababa de salvar, deseando darle una vida llena de compasión y consuelo.
Es realmente trágico ver el trato ɩаmeпtаЬɩe que reciben los caninos en tantos lugares oscuros y subdesarrollados, y nada puede justificar hasta ahora esta mentalidad violenta. Alcemos la voz contra el maltrato a los perros y ayudemos a concienciar sobre el bienestar animal.