En la ciudad de Luoyang, provincia de Henan, China, la imagen de un perro empujando una silla de ruedas para ayudar a su dueño discapacitado a llegar al trabajo todos los días se ha vuelto una escena familiar para los residentes locales. Esta conmovedora imagen ha tocado los corazones de muchos en la ciudad y también ha resonado entre los internautas de todo el país. Aunque el nombre del perro sigue siendo desconocido, se sabe que tiene 2 años de edad y su dueño es un anciano zapatero de apellido Ma, quien enfrenta dificultades económicas y vive con discapacidad.
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En una conmovedora escena en la ciudad de Luoyang, provincia de Henan, en el centro de China, el 25 de diciembre de 2014, un perro llamado Bo Laoma empujaba a su dueño paralizado en una silla de ruedas casera hasta su puesto de reparación de calzado. Esta historia, reportada por NetEase, resalta el profundo vínculo entre el humano y el canino que no necesita más que un vistazo en Luoyang para ser evidente.
Bo Laoma, el zapatero paralizado, ha encontrado en su perro no solo compañía, sino también un incansable ayudante. Paralizado de la cintura para abajo, Bo se vale de una silla de ruedas para enfrentar el viaje diario hasta su lugar de trabajo, un trayecto cuesta arriba que consume más de una hora. Sin embargo, con su fiel compañero de cuatro patas a su lado, este viaje se vuelve un poco menos agotador.
Bo compartió con los reporteros el sólido lazo que los une, describiéndolos como inseparables. Además, expresó su creencia de que su perro posee una inteligencia sobresaliente, superando incluso a muchos perros guía que ha visto en la televisión. Esta historia es un poderoso testimonio del inquebrantable vínculo entre el hombre y su mejor amigo.
Los vecinos cercanos compartieron sus impresiones sobre esta conmovedora relación: “Es un perro muy inteligente, comprende la naturaleza humana y sabe cómo reconfortar a su dueño, incluso calentándole los pies en climas fríos. Cada día, vemos al perro llevar la silla de ruedas del Sr. Ma a su tienda de reparación de zapatos. A pesar de las dificultades que enfrentan, la lealtad del perro es notable; no solo se queda a su lado, sino que también cuida activamente de su dueño”.
El Sr. Ma, propietario del perro, también compartió su admiración por la inteligencia y comprensión de su fiel compañero. Conscientes de su difícil situación económica, la familia a menudo lucha por tener comida suficiente para todos, incluido el perro, quien a veces debe buscar alimento por sí mismo. Sin embargo, los vecinos, al enterarse de las circunstancias difíciles de ambos, brindan su ayuda con frecuencia. Las tiendas locales, al ver al perro llegar, ofrecen arroz sobrante para que se alimente. Así, día tras día, estos dos compañeros enfrentan juntos los desafíos de la vida.
Tan pronto como la historia se difundió a través de los medios de comunicación, los internautas del país la compartieron rápidamente, conmocionados por la lealtad y el sacrificio del perro. Además, muchos instaron a la comunidad a brindar apoyo y ayuda a las dos personas involucradas en esta conmovedora historia. La rápida difusión y el apoyo mostrado reflejan la capacidad de las redes sociales para movilizar la solidaridad y la compasión hacia aquellos que enfrentan dificultades. Es un recordatorio poderoso de cómo la historia de una simple amistad entre un hombre y su perro puede inspirar a toda una nación a actuar en beneficio del bienestar de los demás.