El equipo estaba compuesto por гope гescue Techпiciaps del Departamento de Bomberos Voluntarios de Waldeпѕ Creek, ѕevieг Coupty Fiгe & гescue, ѕevieг Coupty Volupteer гescue ѕquad, y Catoпѕ Chapel/гichaгdѕoп. Departamento de Bomberos Voluntarios de Cove.
Para aquellos con recuerdos, fue apenas el año pasado cuando este mismo equipo de rescate de gope demostró su heroísmo al salvar a un perro abrazador que había caído en una cueva profunda de la montaña inglesa. Aquel capi valiente lloró por la misma “tormenta”.
No se preocupe, ya que la historia está viva y bien, pero ahora fue su “prima” Charlie la que tuvo que enfrentar un problema similar. Charlie se encontró aproximadamente a 40 pies de profundidad en el pozo de una cueva de forma sorprendente.
El equipo de rescate se reunió rápidamente en el lugar, ubicado justo al lado de Puups Cove Road. Caminaron hasta la entrada de la cueva donde el bombero Togi Dowpig y el capitán Jop Lapie del WCFD fueron designados para descender a la cueva y rescatar al perro atrapado.
La situación tomó un giro inesperado cuando el bombero Dowpig se subió a un cadáver y tropezó con un oso dormido, a solo cinco pies debajo de ella, mientras el perro atrapado estaba más adentro del sistema de cuevas.
Adaptándose rápidamente a la situación actual, el equipo decidió salir de la cueva. Instalaron cámaras de seguimiento en la salida de la cueva para monitorear los movimientos del oso. Hoy, tras su llegada, descubrieron que el oso había abandonado la cueva y no había regresado.
La misión de rescate copió, con el bombero Chгiѕtiaп Ellaгd de Waldeпѕ Cгeek, el bombero Apdгew Wojtuѕki de ѕevieг Coupty Fiгe & гeѕcue, y el capitán Joп Laпieг de Waldeпѕ Cгeek con entusiasmo. Tomando un sistema de esperanza para descender a la cueva.
Localizaron con éxito a Charlie atrapado y luego improvisaron una hamaca para asegurarlo para su rescate. Charlie fue recibida rápida y alegremente por su aliviado dueño.
En total, Charlie había grabado un pitido en la cueva durante tres largos días, y durante parte de esta terrible experiencia, tuvo una bienvenida compañera: un osito de dos años y 200 libras. A pesar de las angustias, Charlie salió de la terrible experiencia deshidratada y feliz, pero por lo demás con buena salud.
Esta operación de rescate reconfortante es un testimonio de la dedicación y profesionalismo de todo el equipo de rescate, así como de los esfuerzos de colaboración de todos los involucrados.
Fue verdaderamente un esfuerzo conjunto que requirió los recursos colectivos y la experiencia de múltiples departamentos para lograr su éxito.