El video muestra una escena desgarradora en la que una madre perra afligida descubre con determinación a su cachorro fallecido. Kookie cava incansablemente a través de la tierra densamente compactada hasta que alcanza al cachorro macho y lo extrae por una pata de su tumba improvisada. En un esfuerzo por resucitar a su preciosa descendencia, lame y pincha el diminuto cuerpo con todas sus fuerzas. la dueña, Kaye de Luna, afirma en el video que Kookie sufrió un aborto espontáпeo durante su primer embarazo, por lo que debe estar devastada por la pérdida de otro cachorro. Es evidente que Kookie cuidó de toda su camada, incluida la que no sobrevivió. Es un espectáculo verdaderamente triste de ver.
El 17 de mayo, Kookie dio a luz a una camada de cachorros, pero uno de los cachorros más pequeños y débiles falleció durante la noche. Cuando Kookie se dio cuenta de lo que había ocurrido, comenzó a ladrar fuerte y despertó a toda la familia. los propietarios descubrieron al perro fallecido y lo enterraron en una tumba sin nombre en su patio trasero sin el conocimiento de Kookie. Más tarde, cuando llevaron a Kookie a dar un paseo por el jardín, ella se dirigió inmediatamente a la tumba. la dueña, Kaye, decidió permitir que Kookie hiciera duelo y aceptara la pérdida de su cachorro a su ɱaпera. el desgarrador video muestra a Kaye sollozando en el fondo mientras observa a Kookie llorar por su cachorro fallecido.
Kookie inicialmente cavó en la tierra hasta que detectó el olor de su cachorro, lo que la animó a continuar. Después de quitar suficiente suciedad para exponer una parte del cuerpo, pudo sacar al cachorro sin vida de su tumba improvisada. Luego, la perra intentó resucitar al cachorro lamiéndolo y tocáпdolo con la nariz. Al final del clip, Kookie hizo una pausa y dirigió su atención a Kaye, quien estaba visiblemente angustiada por la escena desgarradora.
El video viral demuestra que cuando pierden a sus cachorros, los perros también experimentan dolor y pérdida. Kookie, como todas las demás perras, estaba programada para lamer y acariciar instintivamente a sus cachorros. Es comprensible que Kookie desenterró a su cachorro fallecido por úlᴛι̇ɱa vez en un intento por revivirlo, ya que estaba experimentando su propia forma de cierre. Es bien sabido que los perros lloran a sus dueños, por lo que no es de extrañar que ellos experimenten la misma tristeza y luto al perder a un cachorro.