¡Un Milagro de la Vida! La Desgarradora Historia de un Perro que Comió sus Propias Heces para Sobrevivir en sus Últimos Momentos.’

Triste, doloroso, no hay palabras para describir este momento. Bento abandonado en medio del bosque, atado a un árbol. Hambriento, tomando sol, empapado de lluvia durante 7,8 días.

Se comió sus propios excrementos para seguir con vida.

Una persona amable lo vio y decidieron cortar las cuerdas que lo aprisionaban.Intentó caminar débilmente unos metros y cayó sin fuerzas.

Bento se fue adaptando poco a poco al nuevo entorno, un amable dueño lo adoptó y ya no tuvo que pasar días miserables.

Los perros son amigos cercanos y leales de los humanos, gracias a Dios por traer el bento a un hogar real, una familia real.