Lo encontramos en una casa húmeda y abandonada, inmóvil y apenas respirando.
Sus ojos se abrieron levemente cuando llegamos, como si estuviera siendo arrastrado por una corriente rápida y de repente cogiera un salvavidas.
Inmediatamente lo llevamos al puesto de rescate.
El pasado debió haber sido un infierno para él: hambre, frío, hongos en la piel y dolor extremo. Incluso cuando calenté, todo mi cuerpo todavía temblaba como si estuviera acostado sobre hielo frío.
Sus ojos parecen contener miles de emociones, tal vez el doloroso pasado, tal vez el dolor y la dificultad para respirar en el presente, o el sueño de un futuro donde tendrá su propia familia, familia…
Gracias a Dios, el pobre perro con una vida frágil ahora se ha recuperado milagrosamente. Ahora se siente reconfortado por el amor de su nuevo dueño y su nueva familia. El perro recibió un nombre extremadamente adorable: Greyhound.
Que a través del amor que recibes de las personas, tengas la fuerza para luchar por tu vida. ¡Y está superando los años de vivir sin el cuidado de su antigua familia y mostrándonos una fuerza increíble para superar desafíos y unas ganas enormes de vivir!