Mientras miraba al cielo, no podía creer lo que estaba viendo. El sol se ponía lentamente, proyectando un cálido resplandor en el horizonte. De repente, noté algo inusual: en el cielo se estaban formando nubes circulares, resplandecientes de luz. eга una vista rara y cautivadora, diferente a todo lo que había visto antes. Las nubes parecían bailar en el cielo y su forma circular aumentaba la magia del momento.
A medida que el sol seguía poniéndose, las nubes comenzaron a cambiar de color, pintando el cielo con un impresionante espectáculo de belleza natural. Me quedé allí, asombrado por la magnificencia de todo, agradecido de haber sido testigo de una exhibición tan impresionante de las maravillas de la naturaleza.