Esta niña pudo haber tenido erlichia porque estaba paralizada y no podía mover las patas traseras. Eva pedía ayuda a menudo, pero nadie estaba dispuesto a ayudar.
“Simplemente me acerqué a ella en silencio, la ayudé a llegar al auto y luego conduje a casa. Llevaría a Eva al veterinario al día siguiente para todos sus análisis de sangre”.
Eva se sentía bien y comía bien. Ese día teníamos cita para revisarla con un especialista. Se descubrió que estaba libre de erlichia y HW después de que el médico le realizara un análisis de sangre exhaustivo. ¿Cómo no podía mover las piernas cuando simplemente estaba anémica?
Desafortunadamente, el médico tenía malas noticias que compartir. El día anterior habíamos llevado a Eva a radiografías y el técnico encontró dos vértebras dañadas que le estaban provocando una importante agonía y parálisis en ambas piernas.
Según el veterinario, “ya sea una persona o un coche, el daño fue causado. El cirujano ortopédico decidiría entonces si tenía un buen candidato para la cirugía”.
Todos los días, Eva recibía una gran cantidad de analgésicos en un esfuerzo por mejorar su estado de ánimo. Eva se estaba recuperando exitosamente y estaba bien.
Hace tres semanas, el cubo ni siquiera podía moverse porque ella apenas estaba viva. Estaba ganando suficiente fuerza en sus patas traseras para levantarse como un bastón.
Eva siempre lo dio todo a pesar de saber que tenía un largo camino hacia la recuperación por delante. Recibió masajes diarios, tres días de estimulación eléctrica y terapia de agua diaria.
En muy poco tiempo, Eva ha hecho un trabajo fantástico con su terapia y recuperación. Sus patas traseras se estaban volviendo más poderosas y adaptables. Pudo enderezar y mantener sus patas delanteras en posición vertical ya que ya no eran inflexibles.
“Eva nunca se rindió y demostró lo tremenda guerrera que eга. Aprendimos mucho de ella”, dijo el grupo.
Eva se sometió a terapia con plasma el día anterior y recibió inyecciones semanales, las cuales parecieron ser beneficiosas. Ese día estuvo de pie más tiempo, dio algunos pasos y se sintió mejor en general.
Hace unos días pensé en pedirle una silla de ruedas a Eva, pero decidí que eга una mala idea. Ella caminaba cada día con más frecuencia, lo que me hizo sentir muy feliz.
Se apresuró y saltó, saboreando esos momentos de paz porque nunca antes había visto el agua. Ver a Eva sonreír me hizo feliz.
Por fin ha encontrado el hogar y la familia que se merece. Obtuvo la ciudadanía canadiense, recibió respeto y tuvo libertad ilimitada.
¡Por favor, haz correr la voz entre tus familiares y amigos!