Hoy es un día especial para mí, es mi cumpleaños. Sin embargo, al mirar a mi alrededor, no encuentro ningún pastel esperándome.
La ausencia de un pastel, ese símbolo de celebración y alegría, me llena de tristeza. Es difícil no sentirse desilusionado en un día que debería ser tan alegre.
A pesar de la falta de un pastel, intento mantener el ánimo en alto y recordar que hay muchas otras formas de celebrar y disfrutar este día especial.