Eva se sentía bien y comía bien. Ese día teníamos cita para revisarla con un especialista. Se descubrió que estaba libre de erlichia y HW después de que el médico le realizara un análisis de sangre exhaustivo. ¿Cómo no podía mover las piernas cuando simplemente estaba anémica?
Desafortunadamente, el médico tenía malas noticias que compartir. El día anterior habíamos llevado a Eva a radiografías y el técnico encontró dos vértebras dañadas que le estaban provocando un dolor importante y parálisis en ambas piernas.
Todos los días, Eva recibía una gran cantidad de analgésicos en un esfuerzo por mejorar su estado de ánimo. Eva se estaba recuperando exitosamente y estaba bien.
Por fin ha encontrado el hogar y la familia que se merece. Obtuvo la ciudadanía canadiense, recibió respeto y tuvo libertad ilimitada.