La cara feliz de Mary, de 2 años, cuando ayudó a sus abuelos a cosechar fresas por primera vez.

La pequeña Mary, con tan solo 2 años, siempre está llena de energía y curiosidad por todo lo que la rodea. Una hermosa mañana soleada, mientras caminaba por el pequeño jardín de la familia, Mary vio fresas rojas brillando bajo el sol.

Incapaz de contener su emoción, Mary corrió hacia ellas y sonrió al ver las suculentas fresas. Los abuelos vieron acercarse a Mary y la recibieron felizmente.

Le dieron a Mary una pequeña cesta y le mostraron cómo recoger fresas. Aunque aún eга joven, Mary hizo todo lo posible, posicionando cuidadosamente cada paso para no dañar las preciosas bayas rojas.

Con la guía de sus abuelos, Mary aprendió a identificar las fresas maduras e inmaduras. Se emociona cada vez que encuentra una fresa roja fresca y la saborea inmediatamente, la dulce sensación de la fruta natural la hace más feliz.

Cuando la cesta de fresas estuvo llena, Mary la llevó de vuelta a sus abuelos con una cara orgullosa y radiante. Los abuelos rieron y elogiaron a Mary por su buen trabajo. La niña sonrió con confianza y supo que había logrado algo grandioso. Fue un día memorable para Mary y su pequeña familia, donde la alegría y la felicidad se propagaron a partir de este pequeño pero significativo trabajo.