Hoy el perro se llama Poppy, y es una hembra.
Su historia podría convertirse en una película.
Poppy exрeгіmeпtó un accidente cuando eга cachorro, resultando en una columna vertebral rota y siendo incapaz de ponerse de pie en sus patas traseras. Puede que haya sido pisoteada por otros animales o pateada por humanos. Nadie sabe cuánto tiempo pasó desde el día en que fue herida hasta que arrastró su camino de regreso al campamento de investigación remoto. Nadie sabía cuánto tiempo llevó. Podrían haber sido unas semanas o varios meses.
Susanne Vogel trabaja en un campamento de investigación de elefantes en el norte del Okavango, Botswana (país africano). Cuando ella y sus colegas vieron a Poppy arrastrándose lentamente hacia ellos, quedaron atónitos.
Se arrastró – literalmente poco a poco, porque sus patas traseras no podían moverse en absoluto. Vogel dijo: “No puede caminar, pero tiene una voluntad muy fuerte de sobrevivir”.
Vogel y sus colegas llevaron inmediatamente a Poppy y le proporcionaron la mejor ayuda posible.
Para sobrevivir, primero tienes que arriesgar tu vida. “El campamento de investigación está ubicado en un área muy remota. Hay elefantes, leones, hienas y otros carnívoros cercanos”, dijo Vogel. “No sé cómo Poppy sobrevivió. Está tan delgada y su cuerpo está mojado por la lluvia”. En resumen, Poppy ganó esta guerra peligrosa.